Había una casa pequeña, vivían un matrimonio joven de 40 y pico. La casa tenia tres habitaciones y una cocina, comedor y un baño.
El señor estaba en el comedor frente a la mesa comiendo queso y mirando la T.V. Era un poco gordo, barbudo y siempre se rancaba la cabeza. Se llama Mario.
El señor se fue al baño, cuando regresó al lugar, se sorprendió porque no estaba el queso en la mesa. Llamó su señora, le dijo:- ¿Yo fui al baño, vos comiste mi queso sobre la mesa?
Señora:- ¿Yo no fui, estaba en la cocina lavando los platos?
La señora se fue nuevamente a la cocina.
Rascándose la cabeza se dijo sí mismo: - ¿Qué raro?
Esto se repite todo los días, él estaba molesto entonces llama un detective para arreglar éste asunto.
A la mañana temprano vino el detective, era muy delgado y tartamudeaba un poco.
Estaba adentro de la casa, le dice:- Qué le pa-pa-pasa se-se-señor.
Mario relato que le sucedió hasta de hoy.
Detective revisa toda la casa y ver un pequeño agujero de la pared.
Detective:- Ud estaba asentado en la si-si-silla en la me-me-mesa, co-co-comiendo queso, mirando t.v. ¿eh?
Mario:- ¡Sí señor! Exacto.
Detective:- Bueno traiga un po-po-poco de que-que-queso.
Mario se fue a buscar el queso y vino rápido. Detective tomó el queso y dice:- A-a-ahora lo pongo sobre la me-me-mesa, a-a-ahora va-va-vamos irnos a la pu-pu-puerta.
Llegó a la puerta el detective dio vuelta la cabeza a mirar el queso y ¡le vio! Bueno se-se-señor ya se q-q-quién le ro-ro-roba. Ma-ma-mañana le digo y se fue.
Mario cerró la puerta y se fue comedor, vio que desapareció queso y se rascó la cabeza, no entendía nada.
Al día siguiente encontraba adentro de la casa, el dueño de la casa y detective. Detective trajo una jaula para cazar. Le dice el dueño: - ¿Qué cosa es?
No le lleva apunte. Sobre la mesa puso jaula y se prepara para cazarlo.
El detective le dijo:- Busque un poco queso.
Mario vino enseguida, le dio el queso al detective que le puso adentro de la jaula y ellos se fueron detrás de la puerta.
Mario se rancaba la cabeza, el ladrón salió la cueva se subió a la mesa se fue hacia donde estaba el queso y lo atrapo la jaula. Detective dijo:- ¡lo ca-ca-cazamos Mario! ¡Hurra!
Mario:- ¿Este era el ladrón que me comía queso, eh? ¿Dónde se lo lleva?
Detective:- se lo lle-lle-llevo un ju-ju-juez a ver que ha-ha-hacer con él.
Este pobre ratón lo llevaron al experimento con animales para curar a enfermos. Mario siguió comiendo tranquilo y el detective esta sentado en la silla su oficina, fumando su habano... de pronto sonó el teléfono.
Había una casa pequeña, vivían un matrimonio joven de 40 y pico. La casa tenia tres habitaciones y una cocina, comedor y un baño.
El señor estaba en el comedor frente a la mesa comiendo queso y mirando la T.V. Era un poco gordo, barbudo y siempre se rancaba la cabeza. Se llama Mario.
El señor se fue al baño, cuando regresó al lugar, se sorprendió porque no estaba el queso en la mesa. Llamó su señora, le dijo:- ¿Yo fui al baño, vos comiste mi queso sobre la mesa?
Señora:- ¿Yo no fui, estaba en la cocina lavando los platos?
La señora se fue nuevamente a la cocina.
Rascándose la cabeza se dijo sí mismo: - ¿Qué raro?
Esto se repite todo los días, él estaba molesto entonces llama un detective para arreglar éste asunto.
A la mañana temprano vino el detective, era muy delgado y tartamudeaba un poco.
Estaba adentro de la casa, le dice:- Qué le pa-pa-pasa se-se-señor.
Mario relato que le sucedió hasta de hoy.
Detective revisa toda la casa y ver un pequeño agujero de la pared.
Detective:- Ud estaba asentado en la si-si-silla en la me-me-mesa, co-co-comiendo queso, mirando t.v. ¿eh?
Mario:- ¡Sí señor! Exacto.
Detective:- Bueno traiga un po-po-poco de que-que-queso.
Mario se fue a buscar el queso y vino rápido. Detective tomó el queso y dice:- A-a-ahora lo pongo sobre la me-me-mesa, a-a-ahora va-va-vamos irnos a la pu-pu-puerta.
Llegó a la puerta el detective dio vuelta la cabeza a mirar el queso y ¡le vio! Bueno se-se-señor ya se q-q-quién le ro-ro-roba. Ma-ma-mañana le digo y se fue.
Mario cerró la puerta y se fue comedor, vio que desapareció queso y se rascó la cabeza, no entendía nada.
Al día siguiente encontraba adentro de la casa, el dueño de la casa y detective. Detective trajo una jaula para cazar. Le dice el dueño: - ¿Qué cosa es?
No le lleva apunte. Sobre la mesa puso jaula y se prepara para cazarlo.
El detective le dijo:- Busque un poco queso.
Mario vino enseguida, le dio el queso al detective que le puso adentro de la jaula y ellos se fueron detrás de la puerta.
Mario se rancaba la cabeza, el ladrón salió la cueva se subió a la mesa se fue hacia donde estaba el queso y lo atrapo la jaula. Detective dijo:- ¡lo ca-ca-cazamos Mario! ¡Hurra!
Mario:- ¿Este era el ladrón que me comía queso, eh? ¿Dónde se lo lleva?
Detective:- se lo lle-lle-llevo un ju-ju-juez a ver que ha-ha-hacer con él.
Este pobre ratón lo llevaron al experimento con animales para curar a enfermos. Mario siguió comiendo tranquilo y el detective esta sentado en la silla su oficina, fumando su habano... de pronto sonó el teléfono.
Héctor D Burini
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