Nuevo destino
Omar tenía la costumbre de mirar películas de vampiros y luego no podía dormir de tantas imágenes de miedo.
Una noche lluviosa un ruido inmenso hizo temblar la pared. Omar dormía y se sobresaltó, su corazón latía fuerte.
De pronto se abrió la ventana de la pieza, se levantó con sus piernas débiles y llegó a la ventana, con gran esfuerzo, la cerró. Ya más tranquilo, dio media vuelta para ir a acostarse y sintió una respiración que se acercaba. Un frío recorrió el cuerpo. El calor de una boca en su cuello, le anunció su nuevo destino de vampiro.
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