jueves, 6 de octubre de 2011

Una tarde lo vi ...


Esa mañana, era domingo, me levante, fui al baño me lavé la cara. Mirándome al espejo, me dije: estoy un poco nervioso por el partido ¡Hoy el clásico!
Me llamó mi madre: - ¡Ya esta desayuno, Ángel!
Me desperté y fui tomar mi desayuno.
Era un flaco alto, tenia 17 años, terminó sus estudios…
Esa mañana, fue a hacer mandados para comprar sándwiches para comer en la cancha. Yo me fui a la cancha, mi padre se fue a La Pampa con un camión de maíz.
¡Llegue a la cancha, a ver mi equipo N.O.B! Entré al estadio coloso del país de esmoquin de leproso y subí los escalones, me senté y saqué mi sándwich de pan y milanesa con mayonesa y me quedé esperando el gran partido.
Mientras tanto, recodaba cuando fui a la cancha y tenía seis años. Me llevó mi padre. Nos sentamos en la popular. Al rato vino un gol, todos se levantaron, mi papá me vio sentado, me agarró con sus manos y me levantó. ¡Casi toco cielo! Estaba con una sonrisa de lado a lado.
Desperté de mi sueño, miré a mi lado y no estaba mi viejo. ¡Qué lástima! Saqué de mi pantalón un poema, que decía así:


PASIÓN N.O.B
Yo y mi papá, fuimos a la cancha
a ver mi querido N.O.B
y llegamos al coloso
y subimos a la tribuna.
Y había 40.000 hinchas
Y unas 40.000 almas alentando,
con el corazón
y un grito alentador
¡Goool!!!

Yo y mi papá salimos contentos
con una sonrisa leprosa.
¡Goool!!!

Y lo aguardé en mi pantalón.
¡Era un espectáculo entre las hinchadas, alentando; paresia otro planeta, no dijeron ni un solo insulto!
Salieron los jugadores a la cancha, ahí estaba Maradona y una lluvia de cohetes cubrió el cielo. Salió el rival R. C.
Los dos equipos están en medio a la cancha, yo estaba muy emocionado, se me caían las lágrimas de ver una figura tan importante.
El árbitro tocó el silbato y empezó el juego. Avanza N.O.B ,lleva la pelota Maradona, le da la pelota a Martino, le tiró un centro y le cabeceó Domizzi y leeeee haaaaaceeee el primerrrrr goooool!
¡La hinchada rojinegra festejan con todo! Banderas, papelitos y olas.
En los primer veinte minuto R.C. le empata. Más tarde le hace el segundo gol, al último minuto del primer tiempo hizo el tercer gol.
Terminó el primer tiempo, la hinchada de Central festejaba con los cantitos para los rojinegros.
Empezó el segundo tiempo, Maradona, le saco la pelota al rival, le tiro pase a Dezotti que la tocó con el pechito y la bajó y con los pies se llevó la pelota, vino un rival, se la hizo pasar entre la pierna y la gente dijo: - ¡ooleee!. Dezotti sacó un pelotazo que se fue al ángulo de la red.
Y la gente gritó ¡ goooool!
Yo no vi. nunca un gol como ese.
Ángel estaba muy, muy emocionado y contento y la hinchada le cantaba a los rivales “miren y miren que hermoso gol”.
Los últimos minutos finales Escoponi se la da a Sensini, la toma y avanza pocos metros, la toca Maradona, está en el medio de la cancha y lo ve al arquero que estaba adelantado. ¡Le tiró un pelotazo que el arquero no pudo alcanzar!
Grité el gol y me tomé con mis manos la cabeza y dije:- ¡El tercer gol es bárbaro, este es un poema delicioso!
Ya terminó el partido y la gente festeja. Al rato salí de la cancha con una sonrisa amplia.
¡Esta tarde los vi jugar a estos jugadores, son fenomenales!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Una historia increíble


En un hospital de Rosario, una mujer que se llama Irma, separada, está por dar a luz.
A la madrugada nació un lindo bebé que se llama Andrés.
Unos seis años después, se encontraban en su casa con su perra Dálmata, en la vereda, Andrés y su madre jugando a la pelota. De pronto sonó el teléfono. Irma dejó a su hijo sentado en el umbral, se fue para atender el teléfono. Cuando ella salió vio que a su hijo lo llevaba un señor. Lo subieron al auto y la mujer pensó que era su ex-marido. Entró y llamó a la policía.
La perra era inteligente y se dio cuenta de lo sucedido, y se fue en la esquina a ladrar pidiendo auxilio. Vinieron muchos perros que les explicó qué le sucedió su dueño y ordenó que fueran a buscarlo. Si lo encuentran ladren.
Mientras tanto en la casa están todos los policías. Irma les contó y la policía ordeno buscar al ex -marido.
Mientras, en la Plaza de los Naranjos, Dálmata olfateaba al raptor. De pronto escuchó ladrido a lo lejos. Se fue para allá. Al segundo estaba ahí y le dijo un perro de policía que estaban allá, en aquel galpón abandonado. Dálmata pensaba entrar y ordenó a otro perro, que vaya a buscar a su dueña.
En la casa estaba la señora con la policía y escucharon un ladrillo. El policía se asomó por la ventana y vio un perro. La llamó a la señora y le preguntó – ¿Quién es? ¿Qué quiere este perro?
Señora: – Sí, se es amigo de mi perra y me parece que quiere que vaya con él, quiere decirnos algo.
Se subieron a un auto y persiguieron al perro.
Los animales se prepararon para atacar. Algunos entraron por la ventana de adelante.
El raptor no sabía si irse o quedarse; y ¡te tenía un susto que temblaba! Todos los perros alrededor a él.
Llegó el patrullero, frenó, bajaron del coche y corrieron hacia el galpón. Entraron y vieron con gran sorpresa a los perros alrededor del raptor. Andrés estaba arriba de su mascota y empezaron reír.
Al raptor se llevaron a la cárcel. ¿Por qué lo raptó?
¡Por que le habían subido el alquiler!!!.

jueves, 17 de febrero de 2011

Sueño de un pescador



Era un día hermoso de calor, en una casa vivía un anciano con su nieto, que estaba en la cama, un poco resfriado. Su abuelo sentado, en su silla, al lado de la cama le dijo:- Te voy a contar un cuento que se llama “Sueño de un Pescador”.
“Había una vez, una humilde casa era de ladrillos y techo de chapa. Se encontraba a la orilla del río. Allí vivía un chico- que se llama Manuel y su padre. Eran pescadores que se ganaban su vida pescando.
Hacia un año que la madre fallecido a causa de una enfermedad grave y el padre se encontraba solo y extrañando a su mujer. Manuel estaba un poco triste.
Una mañana Manuel fue a la escuela caminando por un camino de tierra. Cuando llegó a la escuela saludó a sus compañeros y al entrar al salón, el maestro les dijo:-De tarea tendrán que hacer una pequeña historia sobre de sus vidas.
Terminó la clase y Manuel salió contento de alegría. Por fin, llegó a su casa y escribió el sueño su vida: quería ser millonario.
Al otro día fue a la clase y sentó en el banco, sacó su tarea y se la entregó al maestro. Éste leyó el relato por un buen rato y le dijo:- “Vos querrás ser multimillonario pero nunca podrás porque eres pobres”, y se río del muchacho.
Manuel se sentó en el banco, muy triste. Cuando terminó la clase se fue a su casa.
Su padre vio que tenía el rostro pálido y le preguntó:- ¿Qué té pasa Manuel que estás muy triste?
Le relató lo que pasó en clase. El padre le dijo:- “Manuel, vos sus tenés que estar triste, el maestro se equivocó, vos seguí con esto”
Manuel se hizo grande, luchó mucho, empezó a trabajar duro en la pesca. Después de cinco años puedo comprar un buque pesquero para juntar toneladas de pescados. Tuvo mucho éxito. Luego abrió unas pescaderías y formó una familia.
Hace varios años el profesor se había reído de él, ahora Manuel recordaba sus palabras y le gustaría mostrarle este presente”
Así termina el cuento. El abuelo cerró el libro, lo dejó sobre la mesita de luz y se levantó de su silla para ir al baño, su nieto vio que se cayó al suelo un papel que estaba adentro del libro y descubrió, al leerlo, que el cuento estaba escrito con la letra de su abuelo. Era un resumen de la historia de su vida.