
Esa mañana, era domingo, me levante, fui al baño me lavé la cara. Mirándome al espejo, me dije: estoy un poco nervioso por el partido ¡Hoy el clásico!
Me llamó mi madre: - ¡Ya esta desayuno, Ángel!
Me desperté y fui tomar mi desayuno.
Era un flaco alto, tenia 17 años, terminó sus estudios…
Esa mañana, fue a hacer mandados para comprar sándwiches para comer en la cancha. Yo me fui a la cancha, mi padre se fue a La Pampa con un camión de maíz.
¡Llegue a la cancha, a ver mi equipo N.O.B! Entré al estadio coloso del país de esmoquin de leproso y subí los escalones, me senté y saqué mi sándwich de pan y milanesa con mayonesa y me quedé esperando el gran partido.
Mientras tanto, recodaba cuando fui a la cancha y tenía seis años. Me llevó mi padre. Nos sentamos en la popular. Al rato vino un gol, todos se levantaron, mi papá me vio sentado, me agarró con sus manos y me levantó. ¡Casi toco cielo! Estaba con una sonrisa de lado a lado.
Desperté de mi sueño, miré a mi lado y no estaba mi viejo. ¡Qué lástima! Saqué de mi pantalón un poema, que decía así:
PASIÓN N.O.B
Yo y mi papá, fuimos a la cancha
a ver mi querido N.O.B
y llegamos al coloso
y subimos a la tribuna.
Y había 40.000 hinchas
Y unas 40.000 almas alentando,
con el corazón
y un grito alentador
¡Goool!!!
Yo y mi papá salimos contentos
con una sonrisa leprosa.
¡Goool!!!
Y lo aguardé en mi pantalón.
¡Era un espectáculo entre las hinchadas, alentando; paresia otro planeta, no dijeron ni un solo insulto!
Salieron los jugadores a la cancha, ahí estaba Maradona y una lluvia de cohetes cubrió el cielo. Salió el rival R. C.
Los dos equipos están en medio a la cancha, yo estaba muy emocionado, se me caían las lágrimas de ver una figura tan importante.
El árbitro tocó el silbato y empezó el juego. Avanza N.O.B ,lleva la pelota Maradona, le da la pelota a Martino, le tiró un centro y le cabeceó Domizzi y leeeee haaaaaceeee el primerrrrr goooool!
¡La hinchada rojinegra festejan con todo! Banderas, papelitos y olas.
En los primer veinte minuto R.C. le empata. Más tarde le hace el segundo gol, al último minuto del primer tiempo hizo el tercer gol.
Terminó el primer tiempo, la hinchada de Central festejaba con los cantitos para los rojinegros.
Empezó el segundo tiempo, Maradona, le saco la pelota al rival, le tiro pase a Dezotti que la tocó con el pechito y la bajó y con los pies se llevó la pelota, vino un rival, se la hizo pasar entre la pierna y la gente dijo: - ¡ooleee!. Dezotti sacó un pelotazo que se fue al ángulo de la red.
Y la gente gritó ¡ goooool!
Yo no vi. nunca un gol como ese.
Ángel estaba muy, muy emocionado y contento y la hinchada le cantaba a los rivales “miren y miren que hermoso gol”.
Los últimos minutos finales Escoponi se la da a Sensini, la toma y avanza pocos metros, la toca Maradona, está en el medio de la cancha y lo ve al arquero que estaba adelantado. ¡Le tiró un pelotazo que el arquero no pudo alcanzar!
Grité el gol y me tomé con mis manos la cabeza y dije:- ¡El tercer gol es bárbaro, este es un poema delicioso!
Ya terminó el partido y la gente festeja. Al rato salí de la cancha con una sonrisa amplia.
¡Esta tarde los vi jugar a estos jugadores, son fenomenales!
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